Siempre he creído que el agua es ese elemento incontrolable de la naturaleza cuyo poder puede mas que cualquier cosa. Desde el gran Tsunami hasta esa lagrima como manifestación de pura emoción,orgullo o simplemente las tristezas que hacen parte de esa historia que escribimos día a día.Agua. Simplemente agua. Ojalá esta historia se tratara de lagrimas y dolor, pero no.
A duras penas puedo abrir los ojos. Todo es oscuridad y esta borroso. Tal vez me falta un poco el aire, pero no lo suficiente para asustarme. Mis movimientos son lentos y pesados, no entiendo lo que pasa. Veo a mi alrededor y entiendo todo. Estoy sumergida. Todo está lleno de agua y yo sólo me pregunto qué hago allí. ¿Cómo llegué? ¿Qué reto tendrá la vida para mi esta vez? Por qué puedo respirar, aún cuando me falta el aire. Al fondo una puerta. La luz. ¿Estaré muriendo? O será simplemente un temor secundario al ese estúpido cliché popular. ¿Y si no quiero ir a la luz? ¿Y si la muerte tiene un escenario diferente para mi? "Deja de pensar que puedes ir contra la corriente hasta el día de mi muerte, sólo ve y averígualo no tienes de otra"- pensé en voz alta. Es curioso que me entendí, de todas formas estaba bajo el agua.
La puerta. Qué habrá después de la puerta. Podría ser agua. No sería una sorpresa. No sé cuanto tiempo haya pasado, pero sigo sin ahogarme, como si el agua me estuviera dando una oportunidad. La misma oportunidad de aquellos que aparecen a mi lado y me miran con desespero. La puerta. Si, la puerta. Ya no estoy sola y debo buscar la forma de que todo esto acabe. Para bien o para mal, pero que acabe. Nada. Nada. Llegamos a la puerta. Y no hay Nada. Pero se siente bien. Se siente...Seguro.¿Hemos muerto o nos hemos salvado?.
De pronto es posible abrir los ojos y ver la claridad. Por supuesto. La luz. Hay mucha luz y nos hemos salvado. A mi lado 3 compañeras cuyos nombres prefiero mantener en secreto. No estoy avergonzada, como creen, si yo las salve. Pero ¿Qué hice?. "Nada." - Responde una de ella como si pudieran oír cada uno de mis pensamientos, cada una de mis torpes preguntas. Pero hice caso, seguí nadando en la claridad, hasta la superficie y salí de aquel gran charco inexplicable. Por que así lo vi una vez estaba del otro lado. Un Charco. Mis pulmones llenos de aires. Y el charco.
Es increíble como el agua puede ser mas que una tragedia o una emoción, también un espejo que refleja a tu corazón. Para ver lo bueno o lo malo, sin razón, Loop Doop, loop doop, simplemente te lo dice el corazón. "Pero Mi corazón no dice nada". Solo veo una gran casa. Música en el interior. Misteriosa, pero tranquila. ¿Será el reflejo de mi corazón? Quiero entrar. La música me llama. Es como si me estuviera haciendo una invitación. Que tontería. Entro y no detallo un solo milímetro, no me siento en la obligación. Me acomodo y duermo. Al fin y al cabo no veo la esencia de mi razón.
De repente estoy en el centro de la ciudad. La gran ciudad de Colombia. Esa ciudad que todos conocemos pero que no nos atrevemos a mencionar. Tan familiar pero tan inusual. Se acerca un abuelo y me habla en Alemán. "No puede ser,no hablan así en este lugar!" - le digo a aquel extraño que simplemente desvanece en el viento y deja ante mí una nueva casa. No es la del charco. Pero al mismo tiempo lo es. Es otra casa una magnifica que cambia de un momento a otro al parecer. Una casa muy yo. Una casa llena de perfección, estable desde afuera pero que no confía en lo magnifico que hay al interior. Entro, como si fuera mía y busco acomodarme nuevamente y para continuar dormida. Un espejo llama mi atención. Veo directamente a él y alguien se encuentra a mi alrededor.
Despierto desesperada y no se realmente a quién le tengo mas miedo.Si a ese ser parado frente a mi o mi reflejo de lo que soy y no quiero ver aunque esté parada en aquel tocador. De hecho estoy orgullosa, yo salve aquellas niñas de lo profundo de ese charco y sin temor.